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Como todos los trabajadores, presenciamos prácticas de despidos injustificados. Padecemos las brechas salariales de género. Vemos cómo los negros y las personas de minorías étnicas son reducidos a los puestos peor pagados. No nos consultan a la hora de reestructurar nuestros lugares de trabajo. Observamos cómo el acoso es ignorado por los que mandan o es perpetuado por ellos. Algunos no recibimos una remuneración justa, o estamos saturados de trabajo.
La afiliación a un sindicato no es un arma de último recurso. Afiliarse proporciona una estructura para visibilizar temas, conocer cómo se ven afectados los demás, y decidir una acción. Establece una vía de comunicación colectiva con la dirección.
Juntos podemos negociar cambios y enfrentarnos a problemas sin que ningún individuo tenga que poner en riesgo su trabajo o sus relaciones laborales. El reconocimiento sindical también garantiza nuestro derecho a ser consultados sobre los principales cambios en el lugar de trabajo. Procesos formales como estos pueden ayudar a calmar las tensiones.
Y cuando la conflictividad aumenta, el apoyo está disponible. LSWU ofrece, desde el primer día, asesoramiento jurídico, formación en derecho laboral y representación en caso de medidas disciplinarias. Nuestra superioridad numérica puede hacerse valer y, cuando sea necesario, lo hará por medio de medidas colectivas, decididas democráticamente.
Además de estos beneficios universales de la afiliación sindical, existen razones específicas por las que los trabajadores del sector jurídico deben organizarse. Hemos sido testigos de los efectos de los recortes gubernamentales a la asistencia jurídica, el cierre de tribunales y la subcontratación.
Muchos de nosotros ganamos por debajo del Salario Digno, sin seguridad laboral, haciendo un trabajo que antes estaba reservado a aquellos legalmente calificados. Presionados desde todos lados, ya no podemos garantizar el acceso a la justicia para quienes dependen de nosotros. Pero cuando estamos vinculados a empresas, cámaras u organizaciones que apenas logran mantenerse a flote, no alcanza con presionar a los empleadores individuales.
Nuestra formación fortalecerá la posición de propietarios, socios y órganos de representación en disputas con el Ministerio de Justicia al demostrar que la mano de obra los apoya. Y lo que es más importante, también significará que tenemos un lugar en la mesa de negociaciones, para garantizar que los acuerdos futuros den prioridad a todos los trabajadores de nuestro sector, y en particular a los más vulnerables.
Tenemos objetivos simples:
1. Que cada uno de nosotros sea debidamente compensado, tratado justamente y tenga seguridad laboral.
2. Que se restablezca el acceso universal a la justicia.
“Es una iniciativa muy esperada. Participé de un intento anterior en la década de los 1970, que fue mucho menos ambicioso y no perduró. Esta tiene la ventaja de contar con un cuerpo de trabajadores mucho más amplio, que está en riesgo constante de explotación y de marginación a pesar de su papel fundamental. Como dijo Shelley, la unión hace la fuerza!»
Michael Mansfield QC
“Apoyo la sindicalización de todos los trabajadores en todos los sectores. Las desigualdades en cuanto a ingresos y condiciones en el ámbito jurídico son ampliamente conocidas, y por eso apoyo la iniciativa de fundar Trabajadores del Sector Jurídico Unidos
bajo los auspicios de Voces Unidas del Mundo. Les deseo suerte.
John Hendy QC
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Existimos para unificar y organizar nuestro sector, obteniendo justicia para todos.
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