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30.07.2020 / Noticias /

«Ella es la gerente pero no es más importante que Dios»

A primera vista, Anacelli es una mujer muy educada, amigable y alegre.  Sin embargo, detrás de la sonrisa y el rostro atractivo, hay una mujer armada con su fuerte fe y siempre luchando por la verdad y por lo que es correcto.

Anacelli es una luchadora que ha trabajado como limpiadora con Mitie Cleaning and Environmental Services durante más de 10 años.

Es una hispanohablante nativa de Colombia y ex miembro de un sindicato de la conventional, que consideraba que sus problemas en el trabajo no se estaban abordando correctamente.

Expresó que «ellos (su antiguo sindicato) no tenían realmente a nadie que hablara mi idioma y un intérprete no era algo que se ofreciera en ningún momento, por lo que creía que mis problemas en el trabajo no se abordarían correctamente debido a las barreras lingüísticas entre mi sindicato y yo».

Cuando ella pidieó que cancelaran su afiliación, le preguntaron por qué quería cancelarla, a lo que respondió, «si no me entiendes, no puedes ayudarme».

Anacelli vino a la UVW después de que la situación en su lugar de trabajo se volvió insostenible.

Las preocupaciones de Anacelli eran muchas, incluyendo problemas con la forma en que sus gerentes la trataban, horas extras no pagadas y discriminación religiosa.  Con el apoyo de la UVW, se envió una queja a su empleador.

Mitie intentó barrer las preocupaciones de Anacelli bajo la alfombra.

Sin embargo, en la UVW no aceptamos un «No» como respuesta, así que hicimos lo que sabemos hacer muy bien, persistimos.

Después de varios correos electrónicos y conversaciones telefónicas con los jefes, Anacelli fue finalmente invitada a una reunión con un alto directivo para plantear sus preocupaciones.

El día de la reunión Anacelli estaba muy nerviosa.

Habló de lo que esperaba que ocurriera en la reunión y de sus esperanzas y sueños y una vez más me mencionó su sueño, que era un tema recurrente en nuestras conversaciones, de comprar una casa.

Me dijo que este sueño fue también el catalizador de su decisión de buscar ayuda en su sindicato.

A pesar de su reticencia a hablar en inglés por miedo a ser incomprendida o, peor aún, a no ser comprendida en absoluto, con mi apoyo como representante sindicatal, Anacelli dio un relato muy elocuente de los acontecimientos que habían tenido lugar. A través de un torrente de lágrimas desafió a los jefes y preguntó por qué se le trataba de esa manera.

Muchos de sus colegas tenían miedo de lo que Anacelli estaba haciendo y le preguntaron por qué ella, como limpiadora, quería «meterse con la gente de arriba».

Sus colegas creían que podía haber represalias.  Esta declaración no era inexacta.

Anacelli sin embargo, cree que «todos somos importantes» sin importar el cargo y sobre sus gerentes sintió que «ella es la gerente pero no es más importante que Dios».

Con el apoyo de la UVW, Anacelli persistió en su lucha y regularmente planteó por escrito su preocupación por cualquier maltrato en su lugar de trabajo.

Su persistencia y espíritu de lucha culminó en una investigación masiva de sus gerentes.

En la actualidad, Anacelli trabaja con un nuevo gerente que dijo, «fue enviado por Dios».

Anacelli también ha recibido un aumento de sueldo por el que ha luchado mucho y, en marzo de 2020, Anacelli y su marido finalmente realizaron su sueño y compraron una casa.

Anacelli sigue siendo la misma por fuera, sigue siendo muy educada, amable y alegre, sin embargo, por dentro, es una nueva Anacelli, que se siente realizada porque ahora tiene una voz en el trabajo y se siente valorada.

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