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12.11.2024 / Noticias / Battersea Power Station-ES / Justicia para lxs Limpiadorxs
«Nos estamos organizando con nuestro sindicato, para poder negociar colectivamente por un trato justo y respeto. Queremos tener voz, y poder decir: también estamos aquí, y tenemos derechos.»
Carlos Vásquez Ortiz, limpiador colombiano y miembro de UVW
Tras años de agotador exceso de trabajo y falta de personal bajo una serie de contratistas de limpieza, los limpiadorxs de Battersea Power Station—uno de los lugares más emblemáticos de Londres—están exigiendo un cambio. La reciente toma de control por parte de OCS se percibe como una oportunidad para empezar de nuevo, y los trabajadorxs, en su mayoría migrantes, están pidiendo el reconocimiento oficial de su sindicato, United Voices of the World (Voces Unidas del Mundo o UVW por sus siglas en inglés), en un esfuerzo conjunto con el sindicato GMB. Sus demandas incluyen mejores salarios, condiciones laborales mejoradas y el fin de los problemas crónicos que los han dejado exhaustxs y sintiéndose menospreciadxs durante años.
Entre estxs trabajadorxs están Carlos y Gloria, limpiadorxs colombianxs que han pasado tres años y medio trabajando incansablemente para mantener la grandeza de Battersea. Hasta ahora, estxs trabajadorxs carecían de representación sindical. Pero las cosas están cambiando: Carlos, Gloria y sus colegas ahora se están organizando como miembrxs de UVW.
Gloria explica: “En solo tres años, ha habido cuatro gerentes y cambios frecuentes de contratos de limpieza (con OCS tomando el relevo de JPC Samsic en noviembre). Durante este período, la falta de personal y las vacantes no cubiertas han provocado una sobrecarga de trabajo significativa. Los turnos de vacaciones quedaron sin cubrir, obligándonos a asumir cargas de trabajo dobles o triples dentro de nuestras horas contratadas. A menudo teníamos que limpiar varios edificios en un solo turno, empezando desde cero en cada uno, todo mientras lidiábamos con equipos defectuosos y suministros de limpieza limitados. Las demandas implacables nos dejaron exhaustxs, enfermxs y quemadxs. Para empeorar las cosas, el pago por enfermedad se limita al mínimo legal, sin remuneración adicional ni reconocimiento por el esfuerzo extra. Se sentía como un abuso de poder y sabíamos que las cosas tenían que cambiar”.
“Sabíamos que necesitábamos organizarnos” – Carlos relata cómo él y sus compañerxs tomaron cartas en el asunto: “Nunca habíamos estado representados por un sindicato antes, pero algunos de nosotrxs nos dimos cuenta de que necesitábamos tener una voz y que se respetaran nuestros derechos. Elegimos UVW porque, como latinoamericanxs, sentimos que encajábamos bien en el sindicato”.
Los trabajadorxs están pidiendo un salario por hora de £15, muy por encima del salario mínimo vital de Londres de £13.15, que, dicen, es simplemente insuficiente para enfrentar las demandas de la vida en Londres. Debido al alto costo de vida, Carlos tiene que trabajar un mínimo de 10 horas y media diarias, comenzando su turno a las 5 de la mañana, para mantener a su familia. “Tengo que levantarme a las 3:30 am todos los días y no termino hasta las 4:30 pm. El trabajo es duro y no recibimos subsidios estatales”.
También existe la sensación de que su contribución al éxito millonario de Battersea Power Station no está siendo reconocida. En palabras de Simon Murphy, CEO de Battersea Power Station Development Company, las ventas han superado los mil millones de libras. OCS, el empleador directo de los limpiadores, supuestamente tuvo ingresos de £1.7 mil millones en 2023 y espera duplicar esta cifra en cinco años. OCS se hizo con el contrato de Battersea en noviembre.
Carlos reflexiona: “Nosotrxs, los limpiadorxs, trabajamos muy duro para que este lugar sea el éxito comercial que es. Lo mantenemos limpio y en orden para que tenga una gran imagen y reputación, por lo que es justo que se nos recompense al igual que a todxs los demás involucradxs. £15 por hora es un ajuste razonable que ayudaría mucho a los trabajadorxs con bajos salarios a enfrentar el costo de vida y a tener una relación decente y digna con nuestro lugar de trabajo”.
Gloria añade: “Trabajar en un lugar prestigioso como Battersea Power Station, conocido por su lujo, merecemos algo mejor que condiciones subestándar. Junto a UVW y GMB, estamos luchando por un trato justo y derechos mejorados para todos. Desde que nos unimos, las cosas han mejorado porque estamos aprendiendo sobre nuestros derechos y las obligaciones de nuestros empleadores. Por ejemplo, descubrimos que los jefes deben responder a las solicitudes de vacaciones en un plazo determinado, y ahora podemos planificar nuestras vidas mejor sin esperar interminablemente por respuestas que no llegan. ¡Era un suplicio! A veces incluso perdíamos nuestros boletos de avión esperando”.
“Al principio, nos sentimos atacados, ya que la administración [antes de OCS] realizaba ‘investigaciones’ sobre supuestos estándares bajos, que en realidad eran causados por una mala planificación y falta de recursos. Me sentí culpada injustamente, incluso después de desarrollar una lesión en la muñeca por exceso de trabajo. Esto fue la gota que colmó el vaso. Perdí el miedo, me uní al sindicato y comencé a animar a mis compañerxs a hacer lo mismo. Ahora estamos organizadxs, somos más fuertes y estamos abogando por un trato justo a través de demandas colectivas. Ya no tenemos miedo de pedir lo que es justo y hemos presentado oficialmente nuestras demandas por escrito. La presión por el exceso de trabajo ha disminuido, y esperamos que la nueva administración de OCS reconozca al sindicato y aborde nuestras preocupaciones”, dice Gloria.
Además de un salario justo, los trabajadorxs están exigiendo un esquema adecuado de pago por enfermedad, ya que el subsidio estatal obligatorio sólo les paga £109 por semana después de los primeros cuatro días de enfermedad. “No podemos permitirnos enfermarnos. No es suficiente para vivir”, puntualiza Gloria.
Las demandas no sólo tratan de dinero, sino también de respeto y dignidad. Carlos explica que uno de los cambios más humillantes ocurrió cuando recortaron su descanso de desayuno de 15 minutos. Ahora piden un descanso de desayuno pagado de 30 minutos, una concesión esencial para trabajadorxs con turnos largos y agotadores. ¡El almuerzo de Carlos no puede comenzar hasta la 1 de la tarde! “Las condiciones a las que nos enfrentamos todos los días son difíciles. Más de 100 personas usan una pequeña cocina con sólo tres microondas, todxs al mismo tiempo. ¡Es un caos! Nuestra área de descanso es pequeña y a menudo está sucia porque no hay nadie asignado para limpiar el espacio. Es este tipo de cosas las que también queremos cambiar para crear un lugar de trabajo más seguro y respetuoso”, dice Carlos.
“Esperamos que escuchen nuestras demandas razonables y que reconozcan al sindicato” – dice Gloria – “y que no tengamos que tomar medidas adicionales, incluida la votación para huelga, pero si es necesario, lo haremos”.
Este es sólo el comienzo. Con UVW y GMB respaldándoles, los trabajadorxs ahora tienen una voz unificada y poderosa: “Ahora podemos negociar colectivamente por un trato justo y respeto”, dice Carlos. “Queremos tener voz, y poder decir: también estamos aquí, y tenemos derechos”.
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